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Al freír las croquetas es importante sumergirlas en aceite muy caliente y hay ciertos trucos para que no se abran las croquetas al freírlas.

En este artículo descubrirás cómo freír croquetas congeladas y también aquellas que no lo están.

Recuerda que si vas a preparar nuestras croquetas ricas, no te llevará más de 1 minuto freirlas y tenerlas perfectas para degustar en la mesa.

Lo más importante y lo que más afecta a este hecho es que el aceite no esté sufientemente caliente. Este es el error principal y que hará que tus croquetas se abran al freirlas. El aceite tiene que ser bueno y estar bien caliente. Parece obvio, pero con esto tendremos la mitad del camino recorrido. El aceite tiene que cubrir por completo la croqueta, por lo que lo mejor es usar freidora.

Hay que tener en cuenta que al meter la croqueta en aceite con tan alta temperatura (180-190ºC), el rebozado empieza a deshidratarse y es por ello que luego quedan crujientes. 

Antes de freir las croquetas, es conveniente dejarlas a temperatura ambiente unos 30 minutos,  si están congeladas, para no provocar un cambio de temperatura en el alimento tan brusco.

Al poner las croquetas a freir, no hay que introducir muchas a la vez porque esto hará que la temperatura del aceite baje y por tanto se estropee el rebozado de todas tus croquetas.

El aceite tiene que alcanzar una temperatura mínima de 175º, si utilizas una sartén y no tienes un termómetro, sabrás que ha alcanzado la temperatura necesaria cuando empiece el aceite a producir burbujitas.

El único problema que puedes tener es que se pueda quedar fría por dentro, pero para eso puedes sacarlas del aceite y dejarlas unos minutos para que el calor exterior entre en el interior, pero vamos que se pueden hacer sin problemas recien sacadas del congelador sin que quede el interior frío.